Mar. Ene 14th, 2025
Compate con Sampras y una profesión de Nadal que también se deshizo de él

“No hay historia”, resume Rafael Nadal durante su primera participación en la edición 2014 de Roland Garros Fue ante. Robby Ginepri, estadounidense y 279 del mundo que te ganarán un regalo en Balear después de que se produzca un accidente de bicicleta en el punto de meta de tu carrera. Tuvo un 6-0, 6-3 y 6-0 que jugó contra Nadal para encarrilar la forma física con la que contaba un título en el que, de nuevo, no había rival.

Esta es otra lección de la segunda ronda, pero contra un exalumno que aprendió a aprender tantos años después, incluido el regreso a la final: Dominic Thiem. Pero en 2014, el austriaco duró 20 años y fue el primero en decirle a Philippe Chatrier: “Era raro porque lo máximo que había sentido era como uno de los 7.000 espectadores de Viena. Aquí fue mucho más y fue algo fascinante. Y tener un plan aquí contra Nadal… es muy difícil. Muchos jugadores lo han intentado, ¿no? Y eso es lo que pasó. Nadal y Chatrier no son los únicos que afrontan el camino más difícil del tenis, si no de todo el deporte. Sólo creo que es sólo una derrota y 62 victorias y otros títulos. Es increíble. Nadie quiere pensar mucho en ello, pero tiene sus consecuencias, en todo porque la confianza es grande.

Partido fácil para los baleares (6-2, 6-2 y 6-3) aunque el austriaco ya estaba en condiciones de ganar después. Y curiosamente, tras su encuentro, Nadal descubrió una profesión en la que él también confiaría en el futuro. “Yo tenía 27 años, Djokovic 26, Federer 32; Thiem tiene 20 años, las nuevas generaciones están aquí. Y no queremos durar más”.

No hubo milagro al día siguiente: un Leonardo Mayer que no supo resolver problemas (6-2, 7-5 y 6-2), y al día siguiente: un Dusan Lajovic que todavía le aguantó menos (6-1, 6-2 y 6-1). Siguiente, David Ferrer, que hoy tendrá que presentar el final del año pasado cuando el escenario y el escenario son enormes. Por eso el alicantino se fue a todos, y quedó fascinado con el balón en un primer set de enrollado. Pero no pude conseguir que se utilizara la física para el mayor número (4-6, 6-4, 6-0 y 6-1). Tampoco lo consiguió en semifinales, con un Andy Murray 8 del mundo que sólo certificó sus partidos (6-3, 6-2 y 6-1).

Para el final, por supuesto, Novak Djokovic. “Un partido realmente complicado y contra el rival más peligroso, el que más veces nos ha ganado y en el que hemos pensado otras veces en Medida. Lo aprovechamos un poco y el segundo set costó mucho, pero cogimos mucha confianza. A partir de hoy controlaremos la situación y haremos una gran alegría”, afirmó Toni Nadal.

Porque eras el serbio una pesadilla para Baleares. Desde la última parte del US Open de 2013, Djokovic ha conseguido cinco finales más ganadas en español, aunque, por supuesto, no ha tenido suerte de encontrar un nuevo choque con él para disputar el título.

Hubo un 3-6, 7-5, 6-2 y 6-4 durante tres horas y una tensión inicial media y un partido después. Se siente inferior a los golpes de Serbia, pero se lanza a la batalla mental y convierte en un segundo juego. Con 5-5, donde parece ser el elegante de su leyenda, Djokovic chocó con el público y cayó como lo había hecho hasta ese momento. A partir de aquí, Nadal se soltó y voló desenfrenado para el serbio, que se vio anulado y envuelto en temblores, además de llegar a la final con un doble error.

Una doble falta con la que Nadal aumentó su superioridad en Roland Garros, sucedió a Pete Sampras con su decimocuarto en Grand Slam y defendió el número 1. Y ejerció su propia profesión porque está estos años en Roland Garros -allí después de la segunda ronda ante Thiem-.