(Reuters) — El Partido Socialista en el poder de España sufrió una aplastante derrota contra los rivales de la oposición en las elecciones locales del domingo, con casi el 95% de los votos escrutados, lo que quizás refleja la vulnerabilidad electoral antes de las elecciones generales.
Solo tres de los 12 distritos celebraron elecciones que mantendrían el gobierno socialista por márgenes muy estrechos, y el resto probablemente favorecería al popular Partido Conservador, aunque a través de alianzas o acuerdos informales de apoyo planificados con el partido de extrema derecha Vox.
El mapa cambia por completo y representa el poder para Alberto Núñez Feijoo, el nuevo líder del PP, antes de las elecciones de finales de año, ha dicho Ignacio Jurado, catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Carlos III, según informa la agencia Reuters.
La marcha del Partido Popular (PP) demuestra que los conservadores pueden derrocar a la actual coalición de izquierdas liderada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) si repite resultado en las elecciones nacionales de diciembre.
Las cifras mostraban muchas otras claras, salvo en la Comunidad de Madrid, donde la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso, del PP, ganó probablemente las elecciones por mayoría absoluta.
Los mayores obstáculos para los socialistas estaban en las regiones de Valencia, Aragón y Baleares, así como en uno de los bastiones socialistas más importantes: Extremadura.
En grandes ciudades como Valencia y Sevilla, donde también se eligieron alcaldes, el número fue favorable al PP, que también obtuvo la mayoría absoluta en la ciudad de Madrid.
Barcelona fue una excepción entre las grandes ciudades, con el partido independentista ganando la mayoría de los votos por un margen tan estrecho que necesitaría un acuerdo con los socialistas para derrocar a la actual alcaldesa, Ada Colau.
El informe mostró un regreso a un sistema bipartidista dominado por el PSOE y el PP después de una década adicional de participación de grupos más pequeños como el izquierdista Podemos y el centrista Ciudadanos, que parecían haber perdido terreno, principalmente escaños del PP.