Las autoridades de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj han anunciado este jueves una orden para su disolución el 1 de enero de 2024, tras más de tres décadas de control del territorio y a raíz de la ofensiva militar de la semana pasada por parte de Azerbaiyán, que reintegró así el territorio. El presidente de Nagorno Karabaj, Samvel Shahramanián, ha firmado un decreto que contempla que la autoproclamada república dejará de existir el 1 de enero de 2024 debido a la “grave situación a nivel político y de seguridad” y “teniendo como prioridad garantizar la seguridad física y los intereses vitales de la población de Artsaj”.
El documento, publicado por la Presidencia de Artsaj a través de su cuenta en Telegram, recoge “la disolución de todas las instituciones estatales y sus organizaciones subordinadas a partir del 1 de enero de 2024, cuando la República de Nagorno Karabaj, Artsaj, dejará de existir”. “La población de Nagorno Karabaj, incluidos los que están fuera de la República, deben familiarizarse, tras la entrada en vigor de este decreto, con las condiciones de reintegración presentadas por Azerbaiyán para adoptar una decisión independiente e individual sobre la posibilidad de quedarse en Nagorno Karabaj”, subraya.
Asimismo, resalta que la decisión “tiene en cuenta el acuerdo alcanzado con Azerbaiyán, mediado por las tropas de pacificación rusas, para el paso libre, voluntario y sin restricciones de los residentes de Nagorno Karabaj, incluido el personal militar que ha entregado las armas”. Las autoridades armenias han elevado este mismo jueves a más de 65.000 el número de desplazados llegados al país huyendo de Nagorno Karabaj tras la toma del control de la zona por parte Azerbaiyán, lo que supone más de la mitad de la población con la que contaba el territorio antes de la ofensiva relámpago de la semana pasada por parte de Bakú.
El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, afirmó el domingo que la posibilidad de que la población armenia de la región de Nagorno Karabaj se traslade a Armenia en el marco de la reintegración del territorio en Azerbaiyán estaba aumentando, antes de advertir del peligro de una “limpieza étnica”. Las autoridades azeríes han manifestado en todo momento que su intención es que estas personas puedan permanecer en sus hogares y ha prometido respetar sus derechos, si bien Ereván se ha mostrado escéptico sobre estos compromisos y decenas de miles de personas han optado por abandonar la zona.
Por su parte, Davit Babaián, antiguo ministro de Exteriores de la autoproclamada república y asesor de Shahramanián, ha anunciado este mismo jueves que se entrega a las autoridades de Azerbaiyán. “Todos saben que estoy en la ‘lista negra’ de Azerbaiyán y las autoridades azeríes han pedido que me traslade a Bakú para una investigación”, ha detallado. “He tomado la decisión de ir hoy de Stepanakert a Shusha. Esta decisión causará mucho dolor y estrés, principalmente a mis seres queridos, pero estoy seguro de que lo entenderán. Que no comparezca o peor, que escape, causaría un gran daño a nuestro pueblo, que ya ha sufrido mucho, a mi gente y, como hombre honesto, trabajador, patriota y cristiano, no puedo permitirlo”, ha zanjado en un comunicado.
La decisión de Babián llega un día después de que las autoridades azeríes anunciaran la detención del ex ministro de Estado, cargo equivalente al de primer ministro, de Artsaj Ruben Vardanián cuando intentaba entrar a territorio armenio. El Servicio Estatal de Fronteras de Azerbaiyán dijo en un comunicado que “el detenido ha sido entregado a las autoridades estatales”, mientras que Ereván presentó una apelación ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
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